Visto de luces tus sombras
para que me veas
aunque ya sea tarde.
Todavía queda esperanza para nosotros
sintiendo mi reveldia
y la tuya.
Crezco como el fuego,
en la tierra que te envuelve,
piso con mis pies que se aferran como raices.
Me visto de acero para frenarte,
mientras
te abalanzas a la calle ,
pesimista,
fiero.
Llueve el olvido ,
tu indiferencia.
Amarrare mi pecho contra el tuyo.
“La ventana desconchada de mi cuarto
se derrumba mientras te miro”
para que me veas
aunque ya sea tarde.
Todavía queda esperanza para nosotros
sintiendo mi reveldia
y la tuya.
Crezco como el fuego,
en la tierra que te envuelve,
piso con mis pies que se aferran como raices.
Me visto de acero para frenarte,
mientras
te abalanzas a la calle ,
pesimista,
fiero.
Llueve el olvido ,
tu indiferencia.
Amarrare mi pecho contra el tuyo.
“La ventana desconchada de mi cuarto
se derrumba mientras te miro”
Me conformo con sujetar la ventana para que no se derrumbe, pero si consiguiera alguna de las otras ilusiones que propones, sería una quimera, un sueño.
ResponderEliminarY soñar no cuesta nada.
Bicos
un final de poema precioso y un tanto desolador.
ResponderEliminarbicos,
Duro, muy duro, desde mi punto de vista,claro. El domingo votaré ¿y tú?
ResponderEliminarUn beso.