Aquella noche yo caminaba perdida, tratando de encontrar lo que el dia no era capaz de ofrecerme. En silencio, observaba ; mis ojos eran los de un ave que divisa desde lo lejos su presa ; mí sombra me perseguía sigilosa y mis pasos, acompañaban un silencio que me hacia sentir el miedo en las entrañas.Volvi la vista atrás sin saber muy bien a que temia, quizá a mi propia imagen, que en la noche se manifestaba esplendorosa ,buscando su refugio entre los arboles y la oscuridad. Caminé sin rumbo fijo, tal vez fuese la prisa por llegar, lo que hacia de mi recorrido una eternidad.
Ya cerca, apareció una luz que dibujaba las piedras de una pequeña y solitaria casa, me detuve ante ella y la observé; por unos momentos,
me senti tranquila.
Veo la puerta cerrada,un rio cercano. Ahora solo escucho el murmullo del agua. Miro a mi alrededor y siento, que quiero huir de aquel lugar.
Ya habia encontrado lo que tanto buscaba ; entonces regresé por donde habia venido, me coloqué mi abrigo, respiré el olor a tierra humeda,y seguí caminando.
Otra sombra me acompañaba.