Envuelto tu cuerpo en blanco,
de un inmaculado sutil.
El tiempo se habia encargado de almidonarte
para seguir en tu refugio de espacios vacios.
Te quedaste mirando para siempre
sin sentir que no pertenecias
a un mundo entre encajes,
cortinas rojas,
antiguas lamparas de salon.
Se habia apagado la luz
en la estancia de color gris.
Tu ventana de luces y tu espacio de olvidos
eran las postales del recuerdo
que guardaban las polillas.
Eras fruta madura de otra epoca
que olia a sabor amargo
guardada en baules de alcanfor .
Yo soy tú,
tú en mi.
Sin tiempo
ni espacio.
Sólo uno,
en el Universo infinito.
Rosa
tú en mi.
Sin tiempo
ni espacio.
Sólo uno,
en el Universo infinito.
Rosa
viernes, 13 de febrero de 2009
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benvida, rosa, ao mundo "real".
ResponderEliminarun bo comezo para, espero, un longo camiño
Te estoy descubriendo.Y a través de ti, estoy aprendiendo a entrar en tus lienzos. Un mundo de luces y sombras, un mundo real y de sueños. ¡Bienvenida, compañera!
ResponderEliminarUn beso,
Francisco.